Índice de contenidos
¿Alguna vez has notado que las emociones te han superado en la competición?
Todos debemos aprender a gestionar las emociones, y con este post vamos a ver unos cuantos consejos para gestionarlas bien.
¿Qué componentes forman las emociones?
Las emociones las forman tres componentes esenciales que debemos conocer todos para poder gestionarlas:
- Neurofisiológico: Las emociones incluyen una base biológica que interactúa con diversas áreas del cuerpo: cerebro, sistema nervioso autónomo y sistema endocrino. Por ejemplo, cuando estamos preparando una competición podemos sentirnos nerviosos, y esto causa que el cuerpo se tense, nuestras pupilas se dilaten, etc.
- Conducta o expresión: Son las acciones que llevamos a cabo cuando sentimos alguna emoción, tanto verbal como no verbal. Esta conducta se verá modulada por nuestra educación, cultura, reglas sociales, etc. Por ejemplo, cuando estamos preparando la competición y estamos nerviosos puede que no podamos parar de movernos.
- Componente cognitivo: Cuando sentimos una emoción, experimentamos diferentes pensamientos sobre esta. Estos pensamientos favorecerán la conducta positiva o negativa. Por ejemplo, si estamos muy nerviosos para competir y surge el pensamiento de “no estoy preparado para ello” afectará negativamente a nuestro rendimiento.
Además, las emociones se pueden presentar desde muy leves hasta muy intensas y cualquier emoción en exceso puede afectar a tu rendimiento de forma negativa, porque afectará a nuestra concentración y reducirá nuestro rendimiento. Por esta razón debemos aprender a gestionarlas lo mejor posible.
¿Las emociones son positivas o negativas?
Científicamente no existen las emociones positivas o negativas, porque todas nos indican que está pasando algo, pero para poder diferenciarlas sí que podemos utilizar los términos de positivas y negativas.
Emociones positivas (alegría, felicidad, sorpresa…).
Las emociones positivas serán aquellas que nos hagan sentir bien y que nos ayuden a potenciar nuestro rendimiento, como pueden ser la alegría, la felicidad, la sorpresa, etc. Pero cuidado, estas emociones mal gestionadas también pueden afectar a nuestro rendimiento.
Emociones negativas (miedo, enfado, vergüenza…)
Las emociones negativas serán aquellas que nos hagan sentir mal y que nos perjudiquen el rendimiento, como pueden ser el miedo, el enfado, la vergüenza, etc. Pero cuidado, estas emociones nos indican algo y tenemos que estar pendientes de ellas, no omitirlas.
¿Qué efecto puede tener sentir las emociones en exceso?
Si no sabemos gestionar las emociones pueden perjudicarnos de formas diferentes, y vamos a verlas.
Perdida de la concentración, tanto positivas como negativas
Cuando sentimos una emoción en exceso no puede perjudicar porque perderemos la concentración, y nuestro rendimiento se verá perjudicado. En este momento no vamos a decir que hay que potenciar las positivas o negativas, ya que ambas pueden perjudicarnos, y vamos a ver la forma:
Exceso positivas
Cuando sentimos una emoción positiva en exceso puede hacer que nos sintamos a gusto, tranquilos y relajados. Esto puede hacer que nos confiemos, y no nos preparemos suficiente. Por ejemplo, si me siento relajado porque confío en que ganaré el partido fácil, no me prepararé bien, y esto perjudicará a mi rendimiento.
Exceso negativas
Cuando sentimos una emoción negativa en exceso pasará todo lo contrario, nos sentiremos mal, perderemos fuerza, estaremos muy nerviosos, etc. Esto perjudicará a nuestro rendimiento, porque no sabremos exactamente cómo enfrentarnos a la situación. Por ejemplo, una competición nueva que nunca hayas competido, puede que te pongas más nervioso y si no
Todas las emociones en exceso afectarán negativamente, por esa razón veremos cómo gestionarlas en el siguiente punto.
¿Cómo gestionar las emociones?
Todos podemos aprender a gestionar las emociones, y con los siguientes pasos veremos cómo hacerlo.
Reconocer y cambiar el pensamiento
Debemos aprender a reconocer nuestro pensamiento en las diferentes situaciones, si conseguimos conectar con nosotros mismos podremos detectar este pensamiento. Este pensamiento tiene que ayudarnos siempre a sentirnos mejor y rendir más.
Si notásemos que este pensamiento nos está afectando al rendimiento, tenemos que buscar cambiarlo. Esto lo veremos bien más adelante en otros posts.
Recuerda: tanto los pensamientos positivos como los negativos pueden afectar a nuestro rendimiento.
Pensamiento automático
El pensamiento automático surge cuando estamos acostumbrados a realizar alguna acción de forma continuada, por ejemplo, entrenar. Cuando surge este pensamiento no somos plenamente conscientes de lo que estamos haciendo y esto perjudicará a nuestro rendimiento.
Cuando detectemos que nos despistamos tanto entrenando como compitiendo, debemos volver a conectar con nosotros mismos a través de la respiración consciente. De esta forma evitaremos que nuestro rendimiento se vea muy perjudicado.
Además, cuando surge el pensamiento automático es más fácil que las emociones nos invadan y perjudiquen a nuestro rendimiento.
Estructurar el ambiente para dejar de prestarle atención
Debemos estructurar el ambiente en el que vamos a competir, por ejemplo, si vamos a competir en una piscina debemos estructurarnos mentalmente cómo es esa piscina. De esta forma, podremos evitar prestarle tanta atención al ambiente, y nos centraremos en nosotros mismos.
Cuando te centres en ti mismo, podrás gestionar las emociones mucho mejor. Si no te centrases en ti mismo, el rendimiento se podría ver totalmente perjudicado.
Saber exactamente dónde estamos y cómo se está desarrollar la competición.
A parte de estructurar el ambiente, debemos saber exactamente dónde estamos y cómo se está desarrollando la competición. Esto no quiere decir que conozcas el resultado en todo momento, pero si debes saber cómo va.
Si no reconoces dónde estás y cómo va la competición, puede surgir el pensamiento automático y tu rendimiento se vería perjudicado.
Recuerda: cualquier momento que desconectes de la competición será una ventaja para que tu rival te gane.
La respiración profunda (diafragmática)
La respiración diafragmática es un tipo de respiración consciente, en la que tenemos que utilizar todos los pulmones. Este tipo de respiración se tiene que trabajar y entrenar para poder practicarla, pero una vez la hemos entrenado, las ventajas son increíbles.
¿Cómo entrenar la respiración diafragmática?
Para empezar a entrenar esta respiración debemos estar en un lugar tranquilo, y si podemos estar tumbados mucho mejor. Cuando estemos en ese lugar, nos pondremos una carpeta en la barriga, y debemos conseguir levantar la carpeta mientras respiramos, sin mover el pecho.
Al principio puede resultar difícil, pero cuando lo conseguimos podemos pasar a practicarlo de pie y en los momentos estresantes.
Si necesitas ayuda para practicar esta respiración, contacta conmigo.
Ventajas de esta respiración
Las ventajas de esta respiración son varias:
- Conectar contigo mismo.
- Mejorar tu bienestar emocional y tu rendimiento.
- Ayudarte a gestionar tus emociones.
- Reducir la fatiga y bajar las pulsaciones.
- Etc.
Mantener el sentido del humor
Debes mantener el sentido del humor en la competición, porque de lo contrario si sale algo mal tu rendimiento se puede ver afectado.
No pienses que todo va a ser perfecto siempre, porque te equivocas. Pueden surgir muchos momentos malos e inconvenientes, pero debemos estar preparados para ello. De esta forma podremos potenciar nuestro rendimiento. Por ejemplo, si surge un problema en la competición, busca eliminar el problema de tu cabeza y seguir compitiendo igual, claramente puede afectar a tu rendimiento, pero no debes enfadarte por ello. De lo contrario, aún se vería más perjudicado tu rendimiento.
Mensaje negativo vs positivo
Los mensajes que nos mandamos a nosotros mismos pueden ayudarnos a rendir más o perjudicarnos. Debemos intentar que estos mensajes nos favorezcan el rendimiento. Vamos a ver un ejemplo:
- Mensaje negativo: menuda mierda de error he cometido, soy tonto.
- Mensaje positivo: he cometido un error inesperado, pero puedo esforzarme, va va voy a seguir.
En ambos mensajes dices algo parecido, pero la diferencia está en que el positivo te ayuda a rendir más y el negativo perjudica tu rendimiento. Si detectas que tus mensajes son negativos, intenta cambiarlos por algunos más positivos.
Relajación muscular progresiva
Por último, para gestionar nuestras emociones debemos relajar nuestra tensión muscular.
La Relajación Muscular Progresiva de Jacobson es una relajación que te ayudará a rendir mucho más, porque detectarás aquellas zonas que estés más tenso y podrás relajarlas.
Para poder ayudarte tengo una guía de relajación muscular entre mis manuales, puedes ir a verla para que pueda ayudarte.
Esta relajación la podemos hacer tanto para prepararnos para competir, como unos minutos antes de competir, y así podremos bajar esa tensión.
Pero, RECUERDA: si te relajas antes de competir luego deberás activarte para poder competir al máximo nivel.
Conclusión
Todas las personas sienten emociones, y cualquier emoción en exceso puede perjudicar a nuestro rendimiento. Aprendiendo diferentes formas de gestionar las emociones, podremos mejorar mucho más nuestro rendimiento.
Si leyendo este post te han surgido dudas o tienes alguna pregunta, puedes escribirme en comentarios o en privado, e intentaré ayudarte.
Ahora, si después de leer este post estás pensando en mejorar tu rendimiento, o necesitas ayuda, te ofrezco tres tipos de ayuda: